Marzo 19, 2020
Esta frase me ha hecho viajar en el túnel de la memoria del tiempo, y conectar con mi niña solitaria y olvidada en casa.
Un día miré a través de los cristales de mi ventana, y las vi a ellas... uff, uff, ufff, me quedé fascinada: eran las estrellas!!
Pensé como puedo yo viajar hasta ellas?
Entonces mis ojos se deslizaron hasta los cordones de mis zapatos, que difícil era poder hacer aquella perfecta lazada…, decidí liberar mis cordones. Ahora se convertirían en vehículo interestelar, propulsado por el carburante de la imaginación...
Dios mío!! Me sentí la niña más libre, feliz y acompañada; estaba entre ellas!!!
Descubrí como una sonrisa acudía a mis labios. Pensé que tras pasar el día llegaría la noche, y yo volvería a viajar hacia ellas.
Os regalo mis estrellas, para que viajéis con vuestra imaginación hacia ellas.
100.000 besos
Yomar
Enero 7, 2019
Había una vez un rey que tenía cuatro esposas.
Él amaba a su cuarta esposa más que a las demás y la adornaba con ricas vestiduras y la complacía con las delicadezas más
finas. Solo le daba lo mejor.
También amaba mucho a su tercera esposa y siempre la exhibía en los reinos vecinos.
Sin embargo, temía que algún día ella se fuera con otro.
También amaba a su segunda esposa.
Ella era su confidente y siempre se mostraba bondadosa, considerada y paciente con él.
Cada vez que el rey tenía un problema, confiaba en ella para ayudarle a salir de los tiempos difíciles.
La primera esposa del rey era una compañera muy leal y había hecho grandes contribuciones para mantener tanto la riqueza
como el reino del monarca. Sin embargo, el no amaba a su primera esposa y aunque ella le amaba profundamente, apenas si él se fijaba en ella.
Un día, el rey enfermó y se dio cuenta de que le quedaba poco tiempo.
Pensó acerca de su vida de lujo y caviló: Ahora tengo cuatro esposas conmigo pero, cuando muera, estaré solo”.
Así que le preguntó a su cuarta esposa:
“Te he amado más que a las demás, te he dotado con las mejores vestimentas y te he cuidado con esmero.
Ahora que estoy muriendo, ¿Estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?”
“¡Ni pensarlo!”, Contestó la cuarta esposa y se alejó sin decir más palabras.
Su respuesta penetró en su corazón como un cuchillo filoso.
El entristecido monarca le preguntó a su tercera esposa:
“Te he amado toda mi vida. Ahora que estoy muriendo, ¿Estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?”
“¡No!”, Contestó su tercera esposa. “La vida es demasiado buena! Cuándo mueras, pienso volverme a casar!”
Su corazón experimentó una fuerte sacudida y se puso frio.
Entonces preguntó a su segunda esposa: “Siempre he venido a ti por ayuda y siempre has estado allí para mí.
Cuando muera, ¿estarías dispuesta a seguirme y ser mi compañía?”
“Lo siento, no puedo ayudarte esta vez!”, contestó la segunda esposa. “Lo más que puedo hacer por ti es enterrarte”.
Su respuesta vino como un relámpago estruendoso que devastó al rey.
Entonces escucho una voz: “Me iré contigo y te seguiré doquiera que tú vayas”.
El rey dirigió la mirada en dirección de la voz y allí estaba su primera esposa. Se veía tan delgaducha, sufría de desnutrición.
Profundamente afectado, el monarca dijo: Debí haberte atendido mejor cuando tuve la oportunidad de hacerlo!”
En realidad, todos tenemos cuatro esposas en nuestras vidas.
* Nuestra cuarta esposa es nuestro cuerpo.
No importa cuánto tiempo y esfuerzo Invirtamos en hacerlo lucir bien, nos dejara cuando muramos.
* Nuestra tercera esposa es nuestras posesiones, condición social y riqueza.
Cuando muramos, Irán a parar a otros.
* Nuestra segunda esposa es nuestra familia y amigos. No importa cuánto nos hayan sido de apoyo a nosotros aquí, lo más que podrán hacer es acompañarnos hasta el sepulcro.
* Y nuestra primera esposa es nuestra alma, frecuentemente ignorada en la búsqueda de la fortuna, el poder y los placeres del ego. Sin embargo, nuestra alma es la única que nos acompañara doquiera que vayamos.
Así que, cultívala, fortalécela y cuídala ahora!
Es el más grande regalo que puedes ofrecerle al mundo.
¡Déjala brillar!
Septiembre 15, 2017
Si soy tu bebé, tócame,
Necesito tanto que me toques,
no te limites a lavarme, cambiarme los pañales y alimentarme
méceme junto a tu cuerpo, besa mi carita y acaricia mi cuerpo
tu caricia relajante y suave expresa seguridad y amor
si soy tu niño, tócame
Aunque yo me resista y te aleje,
persiste, encuentra la manera de satisfacer mis necesidades
el abrazo que me das por las noches, ilumina mis sueños
el modo en que me tocas durante el día, me dice cómo te sientes
si soy tu adolescente, tócame
No creas que, por ser casi adulto, no necesito sentir que aún me cuidas
necesito tus brazos cariñosos y tu voz llena de ternura
cuando el camino se vuelve difícil, el niño que hay en mi te necesita
si soy tu amigo, tócame
No hay nada que me comunique mejor tu cariño que un abrazo tierno
una caricia curativa cuando estoy deprimido
me asegura que me quieres, y me informa que no estoy solo
tu contacto pudiera ser lo único que logre
si soy tu compañero sexual, tócame
Podrías creer que la pasión basta
pero solo tus brazos alejan mis temores
necesito tu toque de ternura que me da fe,
y me recuerda que soy amado porque soy como soy
si soy tu hijo adulto, tócame,
Aunque tenga mi propia familia para tocar
aún necesito que me abracen papá y mamá cuando me siento triste
como padre yo mismo, mi visión ha cambiado y los valoro aun más
si soy tu padre anciano, tócame
Como me acariciaban cuando era pequeño
coge mi mano, siéntate cerca de mi, dame tu fuerza
y calienta mi cuerpo cansado con tu proximidad
mi piel está arrugada, pero goza cuando es acariciada
No tengas Temor...sólo Tócame
Phyllis K. David
Julio 14, 2017
* Por la mañana temprano, o cuando puedas, camina con los pies descalzos por la orilla del mar, en la playa, por la explanada de hierba del pueblo, o por el parque cercano a tu casa.
* Observa como el sol se refleja en el agua, o bien como se refleja en las plantas y los árboles, y cómo cambian de color; respira profundamente, percibe y recréate con los olores del mar, de la hierba y de las distintas plantas.
* Escucha los sonidos de la naturaleza, el mar, el aire entre los árboles, los pájaros..., y déjate acunar por ellos.
* Cómprate una libreta o cuaderno y escribe tus sentimientos y experiencias, anímalos con algún dibujo!
* Practica si tienes ocasión, los deportes que no pudiste hacer durante el año, o simplemente camina!!!, sin rumbo, sin tiempo….
* O bien lee relajadamente aquel libro que has ido posponiendo…
* No olvides decir algo bonito cada día a los que te quieren y quieres!!
* Recuerda sonreír!!!, es contagioso!!!
* Estás de vacaciones!!, no tienes prisa!!, puedes relajar los horarios y disfrutar con ello!!
* Sé FELIZ, aprovecha los ratos con familia, amigos y nuevas relaciones, diviértete y goza con ellos…
¡¡Feliz verano y hasta la vuelta!!
Febrero 27, 2017
Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto. Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.
¿Terminó tu trabajo?, ¿Se acabó tu relación?, ¿Ya no vives más en esa casa?, ¿Debes irte de viaje?. Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente “revolcándote” en los porqués, en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho. El desgaste ya va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.
No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos porqué. Lo que sucedió,
sucedió, y hay que soltarlo, hay que desprenderse.
No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes. ¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!
Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos, y vender o regalar libros.
Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas, y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente…
El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú… Suelta el resentimiento. El prender “tu televisor personal” para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte lentalmente, envenenarte y amargarte.
La vida está para adelante, nunca para atrás. ¿Noviazgos o amistades que no clausuran?, ¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?), ¿Necesidad de aclaraciones?, ¿Palabras que no se dijeron?, ¿Silencios que lo invadieron? Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven. Pero no por orgullo ni soberbia, sino, porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.
Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver.
Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo.
Paulo Coelho
Diciembre 17, 2016
"Mi corazón de mujer es rociado con el dulce néctar de sanación que la Madre Cósmica me
entrega. En este momento soy parte del Círculo Sagrado de Mujeres de Luz, y unida a mis hermanas, activo mi fuerza espiritual para irradiar energía amorosa a través de mis manos y mi
conciencia.
Te pido Madre Cósmica que bendigas mis manos y las manos de mis hermanas en todo el mundo
para poder canalizar aquí y ahora tu Luz Sanadora hacia la Madre Tierra.
Te pido Madre Divina que hagas de nosotras un instrumento de tu paz.
Te pido Madre Divina que hagas de nosotras un instrumento de tu Luz.
Te pido Madre Divina que hagas de nosotras un instrumento de tu Amor.
Ayúdanos a despertarnos como Mujeres Sagradas, guerreras del Amor, defensoras de la Vida.
Acompañada por la Fuerza espiritual de todas mis hermanas. Envuelvo a la Tierra en una Luz intensamente Violeta y la limpio de todas las heridas. Libero en este instante su dolor y sufrimiento y envuelvo a la Tierra en una serena Luz Rosada, llenando de vibración amorosa cada rincón de este planeta.
El poder gestante de mi útero se une al poder gestante de los úteros de mis hermanas, y entre todas formamos un círculo sagrado de protección para la Madre Tierra.
Estando juntas y conscientes de nuestro poder femenino unificado, nuestro Amor es un arma concreta, más poderosa que cualquier arma de guerra.
Abro en mis circunstancias actuales canales hacia la Gracia Divina.
Me comprometo a Ser Guardiana de la Madre Naturaleza, amando y cuidando todo lo que la
Diosa ha creado en la Tierra.
Me comprometo a mantener viva esta oración día tras día, fortaleciendo el Círculo de
Mujeres de Luz.
A través de mis actos cotidianos me comprometo a sembrar Amor en la Tierra."
Anónimo.
Diciembre 3, 2016
No creas algo simplemente porque se rumorea.
No creas en la veracidad de las tradiciones únicamente porque son veneradas desde hace muchas generaciones.
No creas algo porque la opinión general lo considera verdadero o porque se habla mucho de ello.
No creas algo por el solo testimonio de uno de los sabios de la antigüedad.
No creas algo porque las probabilidades están a su favor o porque la costumbre te empuja a creer que es verdad.
No creas lo que proviene de tu propia imaginación pensando que se trata de la revelación de un poder superior.
No creas nada basándote en la sola autoridad de tus maestros o de los sacerdotes.
Lo que tú mismo hayas ensayado, lo que hayas experimentado y lo que hayas reconocido como verdadero, lo que sea beneficioso para ti y para los demás: en eso debes creer y a eso debes adaptar tu
comportamiento.
Gautama Buddha
Noviembre 1, 2016
“Es imposible aportar nada a nadie sin buscar y ver en cada cual todo lo bonito que tiene, porque identificando lo malo, lo feo, lo torcido no se ayuda a nadie. Cristo miró a todos los que conoció, tanto a la prostituta como al ladrón, advirtiendo la belleza escondida en cada uno de ellos. Tal vez fuera belleza torcida o dañada, pero era belleza por donde se mirara, y lo que Él hizo fue llamarla a voces.
Esto es lo que nos corresponde hacer con los demás. Pero, para ello, primero debemos ser puros de corazón, de intenciones y mostramos abiertos – cualidades que a menudo echamos en falta- para poder escuchar, mirar y ver tanta belleza encubierta. Cada cual está hecho a semejanza de Dios, y cada cual se parece a un icono dañado. Pero si se nos diera un icono dañado por el tiempo y los acontecimientos, o profanado por el odio de los hombres, lo trataríamos con el corazón quebrado, con ternura y reverencia. No prestaríamos atención al hecho de que esté dañado, sino a la tragedia de que lo esté. Daríamos importancia a lo que perdura de belleza, y no a lo que está destruido. Y así es como debemos actuar con los demás”.
Anthony Bloom
Octubre 25, 2016
Un hombre encontró el capullo de una mariposa. Un día, apareció en él una pequeña abertura. El hombre se sentó y observó durante varias horas cómo la mariposa luchaba, esforzándose para poder pasar a través de ese pequeño agujerito.
El hombre pensó que no progresaba, que la mariposa había llegado al límite de sus posibilidades y que no podía seguir avanzando; entonces, decidió ayudarla.
Tomó una tijera y cortó el pedacito restante del capullo.
La mariposa, entonces, salió muy fácilmente. Pero tenía el cuerpo hinchado y las alas pequeñas y arrugadas. El hombre siguió observando a la mariposa, esperando que, en cualquier momento, las alas pudieran agrandarse y expandirse para poder soportar el cuerpo que, de un momento a otro se contraería.
Pero esto no sucedió; la mariposa pasó el resto de su corta vida arrastrándose con el cuerpo hinchado y las alas encogidas, y nunca llegó a volar.
El hombre no había comprendido, en su buena intención y apuro por ayudar, que el obstáculo del capullo y la lucha necesaria para que la mariposa pudiera pasar por la diminuta abertura , era el modo en que la naturaleza obligaba a que el fluído del cuerpo de la mariposa llegara hasta sus alas para que estuviera en condiciones de volar, una vez liberada del capullo.
Septiembre 21, 2016
“En todo el mundo no hay nadie como yo.
Hay personas que tienen algo en común conmigo, pero nadie es exactamente como yo.
Por lo tanto, todo lo que surge de mí es verdaderamente mío porque yo sola lo escogí.
Soy dueña de todo lo que me concierne:
- de mi cuerpo, incluyendo todo lo que hace
- de mi mente, incluyendo todos sus pensamientos e ideas
- de mis ojos, incluyendo las imágenes de todo lo que contemplan
- de mis sentimientos, sean los que sean: ira, gozo, frustración, amor, desilusión, excitación
- de mi boca y todas las palabras que de ella salen, corteses, tiernas o rudas, correctas o
incorrectas;
- de mi voz fuerte o suave
- y de todas mis acciones, ya sean para otros o para mí misma.
Soy dueña de mis fantasías, mis sueños, mis esperanzas, mis temores.
Soy dueña de todos mis triunfos y logros, de todos mis fracasos y errores.
Como soy dueña de todo mi yo, puedo llegar a conocerme íntimamente.
Al hacerlo, puedo amarme y ser afectuosa conmigo en todo lo que me forma.
Puedo así hacer posible que todo lo que soy trabaje para mi mejor provecho.
Sé que hay aspectos de mí misma que me embrollan, y otros aspectos que no conozco.
Más mientras siga siendo afectuosa y amorosa conmigo misma, valiente y esperanzada, puedo buscar las
soluciones a los embrollos y los medios para llegar a conocerme mejor.
Sea cual sea mi imagen visual y auditiva, diga lo que diga, haga lo que haga, piense lo que piense y sienta
lo que sienta en un instante del tiempo, ésa soy yo.
Esto es real y refleja dónde estoy en ese instante del tiempo.
Más tarde, cuando reviso cuál era mi imagen visual y auditiva, qué dije y qué hice, qué pensé y qué sentí,
quizá resulte que algunas piezas no encajen.
Puedo descartar lo que no encaja y conservar lo que demostró que sí encaja e inventar algo nuevo en vez de lo que descarté.
Puedo ver, oír, pensar, decir y hacer.
Tengo las herramientas para sobrevivir, para estar cerca de otros,
para ser productiva, y para encontrar el sentido y el orden del mundo formado por la gente y las cosas que me rodean.
Soy dueña de mí misma y por ello puedo construirme.
Yo soy yo y estoy bien como soy”.
Virginia Satir
Septiembre 9, 2016
Hace mucho tiempo, dos agricultores iban caminando por un mercado cuando se pararon ante el puesto de un vendedor sorprendidos por unas semillas que nunca habían visto.
– Mercader, ¿qué semillas son esas?, le preguntó uno de ellos.
– Son de bambú. Vienen de Oriente y son unas semillas muy especiales.
– ¿Y por qué son tan especiales?, le dijo uno de los agricultores.
– Si las llevan y las plantan, verán por qué. Sólo necesitan agua y abono.
Así, los agricultores motivados por la curiosidad, compraron algunas semillas de bambú, volvieron a sus tierras y las plantaron.
Pasado un tiempo, las semillas no germinaban mientras que el resto de los cultivos seguían creciendo y dando frutos; entonces uno de los agricultores le dijo al otro:
– Aquél viejo nos engañó con esas semillas. De ellas no saldrá nada. Y decidió dejar de cultivarlas y cuidarlas. Aun así el otro siguió haciéndolo.
Seguía pasando el tiempo sin resultados, hasta que un buen día, cuando el agricultor estaba a punto de dejar de regarlas, se sorprendió al encontrarse con que el bambú había crecido. Y no sólo eso, sino que las plantas alcanzaron una altura de 30 metros en tan solo 6 semanas.
¿Cómo era posible que el bambú hubiese tardado 7 años en germinar y en sólo seis semanas hubiese alcanzado tal tamaño? La verdad es que durante esos 7 años de aparente inactividad, el bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después la planta.
Del mismo modo ocurre en nuestra vida, el éxito tiene un largo proceso de desarrollo que requiere de mucha paciencia, esfuerzo y dedicación, pero que una vez que germine tendrá un rápido crecimiento y bases fuertes.
Estás en un momento en el que parece que no pasa nada?, en ese momento no nos demos por vencidos, recordemos el ciclo del bambú, ya que sí está sucediendo algo dentro de nosotros, estamos creciendo, madurando, creando el hábito (las raíces), que permitan que sostengamos el éxito cuando al fin llegue; es un proceso que lleva tiempo y dedicacion, con la creación de nuevos habitos y la eliminación de otros que ya no nos sirven. …Y a veces una gran dosis de paciencia!!
Septiembre 1, 2016
En la cumbre de una montaña, la más alta de los alrededores, vivía una nube, una nube suave, pálida y muy cariñosa que siempre se amarraba con fuerza a las rocas. ¿No te cansas de estar siempre en el mismo sitio?- le preguntó un día el viento. ¿Cansarme?- respondió la nube. No, aquí estoy segura y tranquila. Pero nunca has visto nada más que esta montaña-, continuó diciéndole el viento...
-Quizá tengas razón; sin embargo, en este lugar no hay peligro para mí y nadie me molesta-. Pero cuando el viento se alejó, la nube se quedó muy triste.
-Tal vez sea hermoso lo que hay más allá de la montaña, pero...-, pensaba la nube mientras se abrazaba un poco más a la cumbre.
A los pocos días, el viento volvió a pasar por allí.
-¡Ven conmigo!- le dijo a la nube entusiasmado, -¡volaremos de la mano de la luna!-
-No... ¡no puedo!- contestó la nube, insegura, -¿quién regará los árboles y la hierba de mi montaña?-
-Otras nubes pasarán por aquí y cuidarán de ellos-, continuó el viento.
Pero aunque la nube se agarraba con menos fuerza a la alta montaña, seguía sin soltarla del todo.
El viento deseaba que la nube le acompañara en su viaje e insistió de nuevo.
-¡Atrévete!, conocerás un mundo que ni siquiera has soñado.
-A mi me gusta este paisaje- se disculpó la nube, -me he acostumbrado a vivir aquí y aquí quiero
seguir-.
-Tienes la oportunidad de conocer paisajes mucho más bellos- continuó diciendo el viento. -¡Decídete ya!
¡¡Ven conmigo!! -.
La nube se soltó un poco más de la montaña, pero tuvo miedo y volvió a pegarse con más fuerza a ella.
-¡¡¡Ven conmigo!!!-
Por fin la nube se decidió y se fue soltando muy despacio de la cumbre nevada. El viento la arrastró suavemente, y, tomados de la mano, se marcharon muy lejos de allí.
Cruzaron ríos, subieron montañas, atravesaron pueblos y ciudades, recorrieron valles y prados y se pasearon
por el cielo azul.
En un momento, la nube olvidó por completo el miedo que antes había sentido.
-¿Estás contenta?- le preguntó su amigo.
La nube no sabía qué decir, y con mucha ternura, puso un beso de lluvia en la mejilla del viento.
Maite Pardo Sol
Ilustracción: Jesús Gabán