El masaje es la forma de terapia más antigua, nacida al mismo tiempo que el ser humano. Cuando recibimos un golpe o sentimos dolor, de manera instintiva ponemos nuestra mano en la zona que nos duele, es por esto, que el masaje representa esa necesidad instintiva de tocar una parte dolorida del cuerpo.
El masaje es una técnica, y sobre todo es un arte, es recuperación física y psíquica. Es transmisión de sentimientos profundos, es intuición y escucha, es respeto del otro, es retorno a una comunicación más inmediata y auténtica entre las personas, en las que el lenguaje oral, a veces tan "vacío", queda totalmente al margen.
BENEFICIOS:
Ayuda a relajarnos.
Relaja y tonifica los músculos.
Desintoxica el cuerpo.
Mejora la circulación y la eliminación de líquidos.
Alivia el dolor.
Mejora la belleza.
Mejora las defensas.
Libera emociones.
Aclara la mente.
Mejora la autoestima.
Ayuda en la depresión.
Mejora el sueño.
CONTRAINDICACIONES:
Durante los tres primeros meses del embarazo (después, con prescripción médica, solo se le aplica el masaje en posición sentada o recostada lateralmente, con técnicas suaves y evitando zona de las vértebras lumbares, y el vientre).
Enfermedades infecciosas de la piel (hongos, lupus…).
Enfermedades vasculares inflamatorias (flebitis).
Inflamaciones y Enfermedades agudas.
Enfermedades reumáticas y metabólicas como la gota, en fase aguda.
Enfermedades infecciosas o tumorales.
Problemas renales: cálculos de riñón, en fase aguda.
Cálculos de vesícula en fase de expulsión, en fase aguda.
Rotura o desgarros de músculos, en fase aguda.
En estos casos sugiero un tratamiento con REIKI para estabilizar la energía y desbloquear las zonas en donde se ha estancado o se han generado bloqueos que van afectando nuestra salud, ayudando así en el tratamiento de la enfermedad con una mejoría en la recuperación.